UN PLANETA LLAMADO TIERRA
NOTA: De nuestro libro "Más allá de la esperanza"
Por: Bernot Berry Martínez (bloguero)
Pudo ser que los humanos salieran de tu mar,
irguiéndose,
protegiéndose en cuevas,
peleando tribus por fuego,
construyendo aldehuelas,
creando mitos, fantasmas volando por
ambiente nebuloso.
El mundo fue poblándose rápidamente.
Con lentitud progresaba el hombre.
Estragos originaban guerras en su
desarrollo.
Plagas lo diezmaban.
Entonces... : conjetúrase que Tierra fue
visitada por naves de lejana galaxia.
¿Nos ayudaron, crearon religiones para
moralizarnos, edificaron monumentos
regados por numerosas regiones?
¡El mañana lo dirá!
Por el trotar del tiempo, la violencia por
medio, fuimos cruzando por diversas
sociedades:
primitivismo-esclavismo,
esclavismo-feudalismo,
feudalismo-capitalismo,
capitalismo-socialismo,
hallándonos entre ambos, divididos,
guerras frías y calientes,
conquistas marítimas y espaciales,
competencias deportivas, alcoholismo,
drogadicción, SIDA, globalización ...
Ya celebramos más de 500 años del choque
entre dos culturas en suelo americano.
Se impuso la más fuerte.
Trajo costumbres, técnicas, cristianismo,
idiomas,...
A sangre y fuego puso Occidente dominio
sobre planeta…
Españoles, ingleses, franceses, holandeses,...
impusieron poder a vencidos.
Y por más botín lucharon entre ellos.
Pero surgiendo Revolución Francesa vino luz
a pueblos conquistados,
naciendo nuevas naciones.
Los derechos del hombre enseñaron igualdad,
democracia, poder del pueblo.
Hoy estamos occidentado.
¿Existe algún poblado donde no ha llegado el
radio-transistor, celular o computador?
Anhelamos desarrollarnos igual a nuestros
conquistadores.
Somos tránsfugas de estrellas moribundas.
Un titánico aquilón tenemos delante.
¿Dónde pararemos?
A la pobre Tierra la han enfermado:
ballenas, delfines, aves, ríos, plantas,...
van muriendo por todas partes.
No obstante, tenemos esperanza en lejanía
cósmica.
Cuan nuestro nacionalismo es absurdo,
nos queda un único camino: derrumbar
arcaicas fronteras para formar poderosos
bloques.
Entonces, por cierto tiempo quizás habrá
respeto.
Debemos accionar en grande.
Lo afirma todo niño en mirada.
Nuestros débiles países deben agruparse.
Ya otros lo hicieron. Nos gusta imitar:
hagámoslo.
El mundo será dividido cada cual en lo suyo.
Sin acopio jamás avanzaremos, “porque en la
unión está la fuerza”.
El paso del tiempo traerá más cohesión.
Finalizarán regionalismo, llegando hermoso
canto primaveral.
Claro, parece utopía, sueño quimérico, pero
de cierto escribo que los bloques del mañana
sucumbirán,
despedazándose,
naciendo rosa terrestre,
excepcional en su género,
en el mismo centro de la aurora.
Aquellas generaciones sabrán que:
el mundo no tiene divisiones,
solamente es uno,
monolítico,
y florecerá una sola nación cuyos habitantes
tendrán abundante paz.
La Tierra se unirá a hermanos de lejanísimos
planetas.
¡Comenzará en nuestra Humanidad ansiada
Era Esperada!
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