EL SEÑOR OBAMA ES UN INMENSO POLITIQUERO

   Por: Bernot Berry Martínez            (bloguero)

    Cuando uno mira atentamente al presidente de los Estados Unidos de América, EE.UU, uno se da cuenta que es un simulador peligroso, capaz de destruir parte del mundo mientras se fuma un cigarrillo, vicio que dicen aún no ha podido dejar porque no posee voluntad, haciéndolo a escondidas. Bueno, es millonario, todos son así: hipócritas. Pero este mulato se los gana. Por algo, a causa de su sonrisa cínica, le llaman el “Guasón”, recordando al personaje de aquella película del hombre murciélago, como ya antes se había escrito.

    Uno contempla a Obama por la TV pronunciando su discurso y tiene que sonreír. Es un real actor para engañar a tontos. Sin embargo, ¿hasta cuándo lo seguirá haciendo, esencialmente a las masas latinoamericanas que buscan “el sueño norteamericano”? Pobres, en vez de luchar por sus respectivos países para hacerlo digno de vivir, no, anhelan ser gringos. Muchos pelean en lejanas naciones contra un enemigo que no es el suyo, ya que ignoran que el de ellos son los oligarcas que los han explotados desde cientos de años. Amigo, no sea carne de cañón buscando una supuesta documentación que lo haría dizque legal en un país abusador y ladrón de las riquezas de su pueblo.

    El mandatario de los EE.UU promete socorrer a los inmigrantes. Empero, eso es con finalidad electorera, para que los hispanoamericanos voten por su partido, los demócratas, que de tal denominación no poseen un ápice. Los reales demócratas son sujetos revolucionarios, no unos multimillonarios enemigos de la gente humilde, analfabeta, las cuales no tienen en dónde caerse muerta.               

   Latinoamericano, tu lucha no es irte hacia Norteamérica a recoger cosechas o laborar en factorías. La misión tuya se halla en tu país. Obama es un gran farsante. Es tan enemigo de los obreros que les ofreció miles de millones de dólares a bancos quebrados por hurtadores ejecutivos, mandando a millones de éstos a pasar terribles dificultades. Él es un hombre cruel. Uno no se explica cómo le dieron el Premio Nobel de la Paz, cuando debieron ofrecérselo en bandeja de plata a las heroicas abuelas de la Plaza de Mayo Y por esto anhelo con vehemencia que gane Argentina en el Balompié (futbol) Mundial que se celebra en Sudáfrica, y que el Maradona les entregue a las abuelas, de manera simbólica, el trofeo del campeonato junto a la culta y bella Presidenta de ese gran país, Cristina Fernández, en la famosa mencionada plaza.

    ¡Pidamos el Premio Nobel para las Abuelas de la Plaza de Mayo!