¿A DONDE SE FUE SU DIGNIDAD, SR. CALDERON?

 Por: Bernot Berry Martínez    (bloguero)

   

  La verdad es que de tantos politiqueros existentes en nuestro planeta con oportunidad de efectuar algo a favor de sus pueblos es grande. Buscan llegar al poder para no hacer otra cosa que burlarse de cuanto prometen. Es por eso que cada vez es mayor la gente honesta que se aparta lejos de ellos para no manchar sus principios.

   Muchos son quienes se asombran de cuanto ellos hacen, trayendo enormes beneficios a ésos que les ayudaron a sentarse en la silla presidencial sin importarles si la ganaron con legalidad. Tal es el caso del Sr. Calderón, de quien se asegura que no la ganó limpiamente, sino que es producto de un fraude colosal en contra del Sr. Manuel López Amador, verdadero presidente electo.     

  Pues bien, nuestra capacidad de embebecimiento ya pasó el límite de su capacidad. Es que nos vamos acostumbrando a escucharlos decir una cosa para más luego, a veces a los pocos días, realizar todo lo contrario. Es lo que sucedió con el Sr. Felipe Calderón, presidente de México, quien expresó rayos y centellas (“…en México tenemos dignidad...” dijo) contra el presidente de EUA, el mulato Barack Hussein Obama, pero que unos días después, en la capital norteamericana y frente a Obama, se mostró como un corderito, alabando a quien había ofendido fuertemente. Eso Calderón, es lo que se llama ser un verdadero politiquero, una persona sin dignidad, humillante para el hambriento pueblo de México. No obstante es cuanto decidieron las 20 poderosas familias que todo lo deciden en tan rica y gloriosa nación alicaída.  

   Las cosas que deben soportar los pobres latinoamericanos se sus gobiernos son vergonzosas. Sin embargo, nada dura por siempre. Los jóvenes siempre cambian las vagabunderías realizadas por sus gobernantes. Ya deben de estar hartos de tantos viejos y bocones en el poder. Y por eso se están levantando por el mundo árabe, luchando por nuevas ideas. Ellos sí tienen dignidad y nos merecen gran respeto y admiración. Cuanto está sucediendo en Libia contra la terrible y caduca tiranía de Gadafi, es un ejemplo fiel de cuanto acontecerá por América Latina contra esos dinosaurios parlantes. Váyanse a pescar a un lago y dejen a sus sufridos países en paz. La historia tal vez los perdone.   

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