¿NACIO SIN CABEZA LA REP. DOMINICANA?

 

Por: Bernot Berry Martínez     (bloguero) 

   

    En otras ocasiones nos hemos manifestado que la denominada Rep. Dominicana tuvo la desgracia de nacer sin que su verdadero y único fundador, el patriota JUAN PABLO DUARTE, estuviera al frente del país el cual con tantos sacrificios ayudó a forjar, dándole nacionalidad, bandera, libertad y con el lema: Dios, Patria y Libertad.     

    Pero jamás pudo imaginarse Duarte, un romántico revolucionario con ideales liberales europeos, que sus ideas despertarían numerosas intrigas en mediocres individuos ultraconservadoras, quienes nunca creyeron en sus actuaciones por la causa independentista contra los haitianos. Por eso, aunque fue señalado por sus partidarios para que fuera el primer presidente dominicano, Duarte tuvo el coraje de no aceptarlo sin que el pueblo participara en unas elecciones para elegir a su principal dirigente. Es que él era un demócrata a carta cabal, no como los de ahora en que los presidentes se mueren de viejos en el poder, manteniéndose ‘gobernando’ con puro puño de acero, así lo atestigua la historia, tanto aquí como en muchas partes del mundo.

    Doloroso es afirmarlo, pero pensamos que los dominicanos no tienen nacionalidad, mucho menos identidad nacional. Todo es un puro espejismo inventado por los maestros de la simulación en el curso de los años, porque a ellos les interesa eso para mantenerse mandando, estar arriba con su gente despachándose con la cuchara grande.        

    A consecuencia de lo escrito con cuanto ansiaba Duarte, tuvo que irse en varias ocasiones hacia el extranjero para salvar su vida de tales conservadores, los cuales siempre han estado en el poder desde la llamada Separación de Haití, pasando por la Restauración de la República, siempre en cruentas guerras contra el opresor y sus lacayos criollos, principalmente el traidor Pedro Santana, un hatero del Este, quien se distinguió contra los haitianos al derrotarlos, convirtiéndose más luego en dictador asesino, traicionando la supuesta Dominicana cuando la anexó a España por el título monárquico de marqués de Las Carreras.        

    Dos grandes demócratas liberales, inteligentes, llenos de amor de forma desinteresada tuvo este país desde el 1844, año de su Independencia. Ellos son el patricio Juan Pablo Duarte y el intelectual don Juan Bosch. A ninguno los ultraconservadores, ladrones y criminales, los dejaron gobernar para formar nuestra nacionalidad, hacerla una Nación. Esta situación degeneró en conflictos contra forasteros, guerras civiles y feroces tiranos que duraron muchos años en el poder asesinando y robando al pueblo.

    Es por todo lo anterior que consideramos la inexistencia de la patria quisqueyana. Todo es una quimera, una enorme ficción. Todo aquí se halla fallido. Somos casi semejante a Haití, pero un poco más avanzado. Sin embargo, vamos hacia donde se encuentran los haitianos, sólo es cuestión de varios años. En la denominada Rep. Dominicana no hay políticos, ni de derecha y mucho menos de izquierda. Estamos llenos de simuladores politiqueros y de tránsfugas. Y es una gran lástima debido a que demasiados hombres y mujeres se han sacrificado por verla libre y soberana. Nos encontramos dando tumbos por un abismo que tal vez no tenga fin.  

    Por tanto, pensamos que el pueblo no debería votar por ninguno de los dos partidos que poseen posibilidad de triunfar. Son dirigidos por millonarios derechistas. No tienen moral. Su norte es robar, defender sus intereses, hurtar más los bienes nacionales. Aunque don Juan Bosch los fundó a los dos, ambos los traicionaron. Aún se siguen llamando Partido Revolucionario Dominicano, PRD, y Partido de la Liberación Dominicana, PLD, nombres que les puso su fundador.

    El pueblo debería tener vergüenza y dignidad. Si desean votar háganlo por los boschistas, los cuales van ganando terreno entre las masas paupérrimas.      

 

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