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Bernot Berry Martinez (Turenne)

'ESE GRAN HOMBRE NACIONAL E INTERNACIONAL'

 

 

Por: Bernot Berry Martínez (bloguero)

 

    Deseo unirme a la inmensa pena que tiene el pueblo dominicano y muchos extranjeros, igualmente a su distinguida familia, por la irreparable partida de este mundo material del
Sr. Freddy Beras Goico (1940-2010), nacido en el Seibo, en la región oriental. Extrañamente fue sepultado el domino 21, día en el cual cumplía 70 años de edad.   

    En honor a la verdad Freddy fue el más grande de los artistas que ha producido Dominicana, un raro humano que dominó de manera perfecta todas las facetas del difícil arte, lleno de “sancadilleros”. Pero además supo granjearse la simpatía del humilde pueblo a quien defendió y ayudó de forma considerable. Puedo asegurar que a él le encantaba, se sentía feliz haciendo favores a tantos necesitados que tenemos, pues este es un país de enfermos pobrísimos. Suerte que de vez en
cuando aparecen hombres como Beras Goico y un Dr. Sanz Jiminián. Son iluminados que llegaron a cumplir una misión titánica en esta infeliz nación de analfabetos, incultos, tarados, hambrientos, ya que cuantos nos han gobernado siempre prefirieron mantener a sus habitantes en tales condiciones para que así no demandaran sus derechos. Es que en tales formas es mucho más fácil de narigonearlos, de conducirlos por donde ellos desean, incluso como reses hacia el matadero, como en efecto realizan.    

    El desdichado pueblo despidió a Freddy en una espontaneidad de masas asombrosa, con esa calurosa simpatía cual lo merecía. Los demás, exceptuando la familia y amigos íntimos, solamente buscaban figurear en la prensa, no todos por supuesto. Es por eso que en estos instantes de gran tristeza me veo en la obligación de felicitar al pueblo dominicano que bajo una pertinaz y fría llovizna supo despedir a un viril y valiente hombre, “la voz de los pendejos” como alguien dijo, grande entre los grandes: don Freddy Beras Goico.

    Una persona así no puede morir jamás en la conciencia de
quienes lo admiraron y quisieron por años. Atrás, bien lejos de las agradecidas y hambrientas masas, esos resentidos sociales, llenos de odios y rencores, envidiosos del triunfador difunto.    

    ¡Ojalá salgan algunos pequeños Freddy imitando su ejemplo, coraje, valor, su enorme filantropía! 

    Se nos fue una luz valiosísima, pero bien sé que otras comenzarán a germinar con prontitud.

    ¡Paz por siempre a sus restos y memoria! 



bernotberrym@hotmail.com

 



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