¿POR QUÉ DOMINICANA TIENE TANTOS CONGRESISTAS?

           

Por: Bernot Berry Martínez          (bloguero)

    La gran realidad es que la denominada República Dominicana es considerada por expertos como un país fallido desde su nacimiento, a consecuencia de que surgió sin cabeza. Es que su fundador, el ilustre y demócrata Juan Pablo Duarte, no pudo tomar el poder y fue expulsado varias veces por los hateros conservadores y lacayos de éstos, debiendo los seguidores del joven maestro a vivir en la clandestinidad, fusilados algunos, mientras el traidor Pedro Santana anexaba el territorio dominicano a España a cambio de un rápido título –“Marqués de las Carreras”--, inventado por esa reaccionaria monarquía como compensación por su horrible ofrenda acción. En este terruño se ha peleado demasiado para que sus habitantes fueran libres de toda potencia extranjera, como enseñó el gran Duarte, quien falleció en Venezuela en la más espantosa miseria, amargado, luego de ver que todos sus sueños se esfumaron.   

    Pues bien, actualmente esta denominada ‘República’ se halla bien agarrada por el narcotráfico y sus lavadores de dólares y euros. Está navegando sin rumbo en tormentoso mar. Se encuentra llena de politiqueros y politiqueras sinvergüenzas, prácticamente de todos los partidos, obteniendo grandes fortunas, viviendo como príncipes, mientras la mayoría de los dominicanos viven en la extrema pobreza, casi llegando a como se halla Haití, otra nación en profunda bancarrota y que nadie la podrá sacar de ese sitio oscuro y tenebroso sin importar cuanta ayuda les ofrezcan porque allí hay una élite oligárquica de truhanes que todo lo hurtan. Ambos países son muy semejantes en eso de robar sonriendo, bebiendo y comiendo en ricos banquetes, y siempre con la mano extendida…   

    Cierto, la Rep. Dominicana se va llenando de lujosos hoteles. A éstos llegan los turpenes de naciones ricas, que empobrecen y corrompen a nuestros pobladores. Los herederos propietarios de pequeños terrenos se los venden por migajas de dólares mal adquiridos. Es que no quieren ya sembrar, vienen a las ciudades, compran un motor y se ponen a transportar pasajeros por sitios que desconocen, causando numerosos accidentes, yéndose en yolas para Puerto Rico. Además, se vuelven atracadores o “mulas” de narcóticos. Todo eso a causa de tales hoteles. Es que vamos rumbo a cuanto acontece en Haití. “No nos salva ni quien cantó en Guaymasú”.  

    Pero lo esencial es cuanto acontece en las Cámaras del Congreso. Cada vez son más diputados, cuando deberían reducirlos a la mitad, igual que a los senadores. Todos ganan un montón de dinero, con carros de lujos, choferes, guardaespaldas, secretarias, concubinas con ’yipetas’, oficinas, celulares pagados por el pueblo, ¿y para qué? ¡Oh, para hacernos la vida más difícil! Privan en come hombres, abusadores. Muchos no saben hablar, dan pena. Es terrible cómo este país se gasta una fortuna en tales vividores. Y además tenemos diputados,20, en un asunto llamado PARLACEN, unos botellones en los cuales gastamos  una fortuna, representando a esta nación de hambrientos, limosnera, con iglesitas por doquier y sus astutos pastores explotando a esos infelices creyentes que aguardan a Jesús, el Maestro, quien prometió venir hace más de 2.000 años y aún no llega. Los pobres, mueren con la esperanza de vivir eternamente. En tanto, ojo avizor, lentamente se viene aproximando el famoso 2012.