MANOLO TAVAREZ JUSTO: HÉROE DE LA PATRIA
Por: Bernot Berry Martínez
Antiguos miembros del Movimiento Nacionalista y Revolucionario 14 de Junio, 1J4, siempre han recordado con tristeza aquel noviembre de 1963 en que patriotas de esa honorable institución se alzaron en armas por las montañas con la firme determinación de reponer el ensayo democrático del presidente constitucional, profesor Juan Bosch, derrumbado por oscuras y siniestras fuerzas del mal, quien había sido llevado al poder por un pueblo ansioso de libertad en unas limpias elecciones celebradas en diciembre de 1962.
A consecuencia de los caídos en aquella heroica acción, un buen número de personas, tal vez los verdaderos catorcistas que jamás han caducados, en memoria de aquellos compañeros se visten por varios días de verde y negro, como era la hermosa enseña del Movimiento 14 de Junio, símbolo de esperanza y luto por una Nación que desde su fundación por el inmenso Duarte, ha sido traicionada, acorralada, vendida a los vientos del mundo, y que todavía la siguen hundiendo en la más lamentable de la deshonra.
Manuel Aurelio Tavárez Justo, 31 años, gran nacionalista, con sufrimientos hasta lo inimaginable, se hallaba comprometido con los dominicanos, esencialmente con la juventud, desde aquella manifestación política en el Parque Independencia, conmemorándose la llegada de los heroicos expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Y claro que sí, los miles de jóvenes participantes en tan enorme aglomeración se encontraban henchidos de fervor patriótico cuando el carismático líder sentenció con su peculiar gran elocuencia, que “el 14 de Junio mantendrá la lucha en la forma precaria en que hasta ahora le ha sido posible, mientras no se obtenga otra alternativa, pero óiganlo bien los señores de la reacción... el 14 de Junio sabe dónde están las escarpadas montañas de Quisqueya... y a ellas iremos, siguiendo el ejemplo y para realizar la obra de los héroes de Junio del 1959...y encenderemos la antorcha de la libertad, la justicia social, bajo el lema de los héroes de la raza inmortal: ¡Libertad o muerte!”
Fue un memorable discurso que quedó plasmado para la historia.
Muy de veras el admirado Manolo Tavárez Justo, real patriota, jamás charlatán politiquero, estaba de lleno comprometido con la dignidad del Movimiento 14 de Junio en el propio Altar de la Patria. Por eso --¡oh desgracia de Dominicana! --cuando vino a suceder lo que nunca debió acontecer, el Golpe de Estado contra el honroso hombre de luces, el valeroso dirigente del 1J4 se hallaba en un durísimo y trágico trance. ¿Qué hacer? Y por eso, a consecuencia de ser hombre de palabra, se vio en la extrema necesidad de preparar rápidamente varios frentes guerrilleros, distribuirlos por toda la geografía republicana, como forma tal vez de presionar a los golpistas y volvieran éstos a restaurar la Constitución de 1963 y al destituido Presidente Bosch, un gobernante que bajó del poder más pobre que cuando subió, algo raro en estos países latinoamericanos.
Quizá Manolo Tavárez Justo tuvo la ilusión de que los descamisados apoyarían la resistencia armada contra el Golpe de Estado. Empero, no fue así: aún el pueblo no se encontraba maduro para tal acción, viniendo a tomar esa determinación un año y meses después, abril 1965, originando la misma otra intervención norteamericana, la cual dio paso a la funesta era de Balaguer.
A consecuencia de que Tavárez Justo no obtuvo el ansiado apoyo popular, asimismo por la traición cobarde de seudos revolucionarios vendidos al oro corruptor, algunos guerrilleros cayeron combatiendo, pero otros fueron vilmente asesinados por los soldados del Triunvirato, produciendo que su presidente, Lic. Emilio de los Santos, presentara renuncia de ese gobierno títere e impostor.
Los caídos en el alzamiento del 1J4 fueron: Dr. Manuel Aurelio Tavárez Justo (‘Manolo’), Luis Ibarra Ríos, Adolfo Pérez Sánchez, Rafael Faxas Canto (‘Pipe’), José Padua Falet (‘Josecito’), Juan María Candelario Mercedes (‘Naño’ u ‘Ñaño’), Roberto Hernández, Antonio Barreiro (‘Tony’), Alfredo Peralta Michel, Antonio Filión (‘Mancháo’), Enrique Almánzar (‘Enriquito’), Piculín Fondeur, Francisco Bueno Zapata, Caonabo Abel, Gustavo Adolfo González (‘La Yerba’), Danielito Fernández, Juan Escaño (‘Juancho’), Dr. Rafael Minaya (‘Ponono’), Polo Rodríguez, Dr. Francisco José Cabrera, Ing. Rubén Díaz Moreno, Alfonso Marte, Leonte Schot Michel, Francisco Ramírez (‘Papito’), Emerson Mota Galarza, Jaime Ricardo Socías, Ramón Martínez (‘Monchi’), y Domingo Sánchez Bisonó.
Ellos cayeron con estrellas en sus frentes. Por siempre estarán con nosotros. No pueden morir, extinguirse en el tiempo. Debemos recordarles agradecidos delante del sol.
Aunque Manuel Aurelio Tavárez Justo ya lo era por mandato del pueblo, el 3 de diciembre de 2004 el presidente Leonel Fernández promulgó la ley que el Congreso hizo Héroe de la República al grandioso dirigente del 14 de Junio.
Y lo sé bien. Pude percibirlo en su bella magnitud: ¡ese día la Nación entera se cubrió con la esperanzadora tonalidad de la insignia verdinegra!
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