¿AGONIZA EL LIBRO IMPRESO?
Por Bernot Berry Martínez (bloguero)
Realmente no me agrada escribir sobre esto. No obstante no puedo dejar de preocuparme por cuanto está sucediendo acerca de los textos impresos. Cada vez son más costosos para el autor y más difícil de vender.
¿Quiénes los pueden comprar?
La pregunta es fácil de responder, ya que todos sabemos que el adinerado lo puede realizar con facilidad siempre y cuando le dé la gana.
Pero ¿lo leerá? Muy pocos lo hacen, pues no "tienen tiempo para hacerlo". Y esa gente siempre se haya en sus negocios pensando o laborando en sus negocios.
Al autor le gusta que lean cuanto se ha fajado en producir con tanto esmero y amor hacia la Literatura. Por tanto no le agrada que le compren su obra si no la va a leer, a la ponen junto a otras que tienen en su oficina o la tiran en el zafacón.
Creen que comprándola han cooperado con la Cultura y el autor. ¡Vaya estupidez!
Y como cada vez los impresos bien elaborados son cada vez mós caros, el escritor humilde lo van arrinconando lentamente ya que se le hace casi imposible producir en esa forma, perdiéndose buenas posibles y talentosas obras. Y más si no es un adulón de los ricos como acontece en Macorís, pueblo de infelices mediocres.
Es por eso que el libro bien impreso quedará entre políticos lambones que venderán sus textos entre sus compañeros en posiciones cimeras. Los demás escritores, los talentosos con buenas obras, se verán en la obligación de ponerlos gratis en el Internet para que no se pierdan en el vacío cósmico.
No hay esperanza para los narradores que no adulen que no sea el Internet. Lo escribe alguien que ha pasado por toda esa hazaña de engañifas que tienen supuetas sonrisas falsas, con doble moral, que privan en gente seria pero son grandes simuladores. Es que esta sociedad se halla putrefacta.
La última obra que puse en mi blog fue "Una flor para Evangelina Rodríguez". Fueron 16 capítulos sobre nuestra primera médica y excelente educadora, luchadora contra el imperio y su hijo Trujillo, asesino y ladrón. La iglesia católica la enloqueció, muriendo de hambre en el monte, días después de haber sido azotada desnuda y colgada cual cerda en la fortaleza "Pedro Santana", comúnmente llamada "Méjico". Lo grande de esto que nadie, absolutamente nadie me ha mandado un correo hablándome sobre Evangelina Rodríguez. ¿Es que ya nadie lee? Entonces sí caeremos en la oscuridad, retornaremos al primitivismo. ¿Es acaso nuestra forma de ser, reales hipócratas?
No hay futuro para los literatos honestos de este país. El dinero se los tragó. Sólo les queda el Internet.
NOTA: Le doy las sinceras gracias a Frank Sánchez por el escrito que hizo sobre mi persona.
Trataré de ponerlo en mi blog.
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