LOS REALES MACORISANOS DEBEN RECORDARLO SIEMPRE

 

El Guaraguao en el 2008

 

 

Más de tres años hace, el 5 de Diciembre del 2011, que fue vilmente asesinado el Icono de Macorís, su símbolo, el Guaraguao del Parque Duarte, con más de 200 años de haber nacido cuando aún la ciudad de Macorís no existía. Fue un golpe demoledor para nuestros reales habitantes de este pueblo, quienes siempre lo amaremos más allá del más allá. Hoy, en donde vivió por tan largo tiempo, ningún árbol lo ocupa, señal inequívoca de quienes lo tumbaron no son amantes  de la Naturaleza, sino todo lo contrario, pues poseen mentalidad de acabar con la fauna y flora de nuestro pueblo, ésos que dejaron sus montes y montañas para venir a desgraciar a Macorís, como en efecto de manera continua lo hacen. 

¿Quiénes lo mataron y porqué? Lo mandó a tumbar el alcalde ’Tony’ Echavarría y sus asesores a consecuencia de que se hallaba enfermo y éstos no quisieron sanarlo, ni gastar algunos pesos contratando técnicos en la materia. Si lo hubieran hecho, nuestro querido Guaraguao estaría en estos momentos adornando con orgullo el Parque Duarte, prefiriendo la forma más fácil: destruirlo, irrespentado la enorme historia que guardaba entre sus entrañas.

Ellos hicieron lo mismo que con frecuencia realizan ciertos médicos con las piernas de infelices obreros: cortarlas para no tener la virtud de laborar para curarlas. 

¿Diantre, y es cierto que existe un dios que todo lo ve y juzgará? Cada vez pienso más que todo es una enorme fábula para que un grupito viva como los príncipes, principalmente esos llamados "pastores", algunos ligados al narcotráfico, y los pedófilos curas.

Es una desgracia que sujetos de esa calaña hallan nacido en este país, pues nacieron para hacer el mal a cualquier contorno en donde residan, ya que lo llevan en su ADN.

¡Malditos sean los que tumbaron al hermoso árbol "Guaraguao" del actual semidestruído Parque Duarte!

 

Esto fue lo que quedó del

hermoso Guaraguao. Luego

vino un artista y todo se lo

llevó.