ESOS CAMALEONES DE MACORIS
Por Bernot Berry Martínez (bloguero)
Este trabajo lo haré pequeño como una avecilla que ronda un clavel. Soy macorisano nacido en Miramar. No me importan los señalamientos de ciertos individuos que han caído en la excesiva egolatría. Me dan pena. Fueron y quieren vivir de su pasado. Adoran poner fotos en Internet con gente rica que han explotado a este pueblo.
Ellos nacieron en la humildad. Eran domplineros. Pero ahora, que consiguieron una abundante plata (ignoro cómo) sólo quieren a sus antiguos camaradas para que llenen espacio, o sea para jugar con su presencia en ambiciones personales, quizás lucrativas.
Anhelan, en nombre de aquel pasado, ser reconocidos por cuanto hicieron en remoto pasado gris, en el cual se distinguieron muchas personas a las que ellos fueron empujando hacia un triste rincón. Cierto, ansían ser recordados por las generaciones venideras.
¡Cuántas tristezas y vilezas emiten en este ambiente salitrero!
Ignoran que la gente se les ríe en la cara. No saben que el macorisano es un inmenso simulador que engaña hasta a Zeus. A todos los conocemos bien. Por eso me tienen apartado de todo. Soy gaviota sin bandada rodeado por tipos sin banderas, sin dignidad, que vendieron su Patria a norteños por vivir en el país de los soñadores.
¿Hacia dónde iremos a parar? Solamente el futuro lo dirá. Mas, una cosa sí debo expresar. A mí no me importa cómo me recuerden. Quisiera ser cremado y que mis cenizas las tiren al mar, por mi querido rompeolas en el cual disfruté bastante de sus calurosas aguas. Y que muy poca gente vaya, mientras menos mejor.
¡Sí, Macorís es un pueblo de piratas!
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Gustavo ( Tavito ) Santana -