'ESA JUNTA CENTRAL ELECTORAL'
Por: Bernot Berry Martínez (bloguero)
Lo cierto es que nuestra Junta Electoral funciona con muchas precariedades, las cuales la dificultan para efectuar un buen funcionamiento en su labor.
Realmente nos resulta incomprensible que la cédula de identidad y electoral que sirve para que los dominicanos hagan sus respectivas diligencias, igualmente para ejercer el voto, sea la misma de años atrás. Por ejemplo la nuestra es del 2005. Y todo esto me ocasiona risa, pues no voy a lloriquear por las tantas negligencias que poseen la mayoría de los funcionarios, sin importarnos a cuáles parcelas politiqueras pertenecen ya que en el fondo todas son iguales: saqueadores del Erario Público, chantajistas, simuladores, farsantes, arrogantes, amigos de nadie, pirañas de dos patas,…
Tal vez por lo anterior es que los mandones extranjeros han puesto a la Rep. Dominicana como un país fallido. Es que marcha directo hacia donde se encuentra Haití desde hace tiempo. Es que la mayoría de los haitianos practican una religión (vudú) que es una de las más atrasadas de del mundo, con legisladores metidos hasta el cuello en el narcotráfico y en otras cosas, y podría ser que Haití jamás salga del lodazal el que lo metieron sus corruptos politiqueros, mientras ellos viven la buena vida y la mayoría del pueblo está en extrema necesidad.
Cierto, es muy triste cuanto sucede en ambas naciones. Los dos ’países’ ansían que los ayuden los países ricos. No obstante, sin importar cuánto los desarrollados hagan por socorrerlos, con mucha posibilidad no lo podrán sacar de donde están actualmente, porque los sinvergüenzas politiqueros todo se lo roban. Estas naciones siempre viven echándole la culpa a otros de su desgracia, pero no afirman que la principal la tienen ellos, esencialmente sus bandidos gobernantes quienes han hurtado cuanto les han regalados para su desarrollo. Empero, es muy fácil culpar a otros. Así si es bueno. Y muchos tontos de afuera se lo creen, socorriéndolos con ONG en dólares y euros, cogiéndoselos los dirigentes de las mismas para sus gastos, como lo hacen ciertos tipejos y sujetas que conocemos. Lo mejor es que no les den nada, y si desean hacerlo por cualquier asunto de conciencia espiritual, vayan ustedes mismos y entréguenselo al propio pueblo humilde. De lo contrario esos socorros se perderán en los bolsillos de ciertas personas en el nombre del pobre Jesús.
Es una vergüenza que la Junta Central Electoral tenga reconocida a unas 30 organizaciones políticas como legítimas. Pero solamente dos, ambas riquísimas y ladronas, siempre son las que ganan pues se han llevado entre sus cuidadas uñas cuanto produce nuestro sufrido pueblo. ¡Qué pena produce esto! Y por parte se nota en el horizonte una esperanza de mejoría, una paloma de paz o gaviota trayendo entre su pico una ramita de olivo. Hum, ¿acaso cuanto se afirma del 21-12-’12 es una terrible realidad y ya se está cumplindo en todo el planeta Tierra?
Nuestra Junta Central Electoral les obsequia una cantidad de dinero del pueblo a cada uno de esos partiditos. Se los da de acuerdo a determinada proporción. Y los amos de los mismos, como dijimos, se lo reparten sonriendo –nadie sonríe tan bien como uno de estos charlatanes--, bebiendo buenas bebidas en tanto ingieren excelentes comidas, sin importar que sean derechistas, vividores izquierdistas que nunca han trabajado, o aquellos que saltan como monos de un partido a otro. ¿Hasta cuándo este pueblo que tanto combatió por su Libertad dejará de ser bobo, de ser estafados? Bueno, es que lo tienen soñando con ilusiones que venden los politiqueros, no se instruyen, mirando por la TV Programas Basuras por funda, jugando dominó, ilusionados con ser millonarios para poseer carros, viviendas lujosas, pistolas, mujeres hermosas, etc. ¿Será por eso que poseemos tantos vendedores de narcóticos regados en Dominicana y por el mundo?
¡Vaya insensatez que nos hemos trazado!
NOTA: Somos partidarios de que toda persona que aspira a la Presidencia tenga que pasar por varios chequeos siquiátricos. Y que sea constitucional. Ese es el cargo más importante para cualquier país.
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