¡A TI, NARCOTRAFICANTE!

                

Por: Bernot Berry Martínez           (bloguero)  

 

    Si te atreves a leer el presente blog, narcotraficante, te pregunto: ¿alguna vez te has interrogado a cuál especie animal inferior perteneces? Porque humano no eres, aunque camines erguido, hables, gesticules, bailes, andes en lujosos vehículos blindados, etc.

    Esto te lo pregunto porque la forma como actúas sobre el planeta altamente contaminado, es sumamente riesgosa y peligrosa para sus pobres habitantes. Esa misma interrogante va para tus compinches, los blanqueadores de euros y dólares provenientes de cuanto realizas, sin importar clase social, si es periodista, cura, pastor protestante, militar, policía, brillante intelectual o exitoso empresario.     

    Para mí, sin excepción, ustedes son unos malditos, escorias de la peor ralea. En el fondo son grandes cobardes, resentidos contra la sociedad por su ineptitud. Y lo digo yo, un hombre que no tiene absolutamente nada, ni siquiera “en donde caerse muerto”. Ah, pero eso sí: tengo principios adquiridos en la infancia, algo que con seguridad jamás les enseñaron. Por eso siempre he agradecido a mis padres cuanto me inculcaron. Gracias, papá y mamá, en la dimensión en la cual se encuentran.    

    Caramba, narcotraficante, cuánto daño has efectuado a la humanidad, a tantos jóvenes, a los tantísimos que han sucumbidos, a los muchísimos que son momias andantes por las calles o internados y que jamás recuperarán su normalidad. Vaya, y en efecto continuarás haciéndolo cada vez en mayor medida en tanto pase el tiempo y más sinvergüenzas como tú –ávidos de riquezas-- sigan apareciendo.

    Tú vives arrinconado, sin confiar en nadie, en tu mansión-fortaleza, con putas de la peor ralea. Te rodean matones a sueldos, descerebrados, los cuales dizque te “cuidan”, pero sabes bien que no son leales a nadie y que pueden venderse al mejor postor. Eres un infeliz millonario lleno de temor. 

    ¡Vaya vida que llevas, narcotraficante! ¿Sabes una cosa, eh? te cambian por excremento y sobra bastante del mismo. Con esto te informo que vales menos que cuanto sueltan los realengos por esas calles, enfermando gente al secarse porque aspiramos ese polvillo llevado por el viento, lleno de microbios y que tantas enfermedades ocasionan.

    Empero, te comunico que debes ir preparándote para convertirte en gran empresario, pues es muy posible --no puede tardar-- que las Naciones Unidas permitan el libre tráfico de los narcóticos. Y se adquirirá en cualquier parte. Bajará su precio bárbaramente. Entonces, narcotraficante, los turpenes como tú se irán a la porra. Por eso te recomiendo que desentierres el dinero que poseas y lo inviertas en grandes torres, negocios diversos, antes que vengan quienes te protejen y conocen, quitándotelo todo y dándote un tiro en la cabeza.

    Te lo informo porque la venta de drogas se legalizará. Es una guerra perdida esa lucha. Eso mismo aconteció con el alcohol. Quien no lo vea así es porque se vive engañando. Aún la han mantenido prohibida porque a los yanquis les conviene. Pero el tiempo no pasa en vano. Cualquier mediocre conoce que su legalización es inminente.