Blogia
Bernot Berry Martinez (Turenne)

¡FUERA EL DESIGNADO EMBAJADOR GRINGO DE OBAMA!

 

 

 Por Bernot Berry Martínez  (bloguero)

 

Un país que tenga dignidad no debería aceptar a un embajador sumamente reconocido como homosexual o gay, cual afirman en inglés. Aún esta sociedad no se halla familiarizada con esa forma de ser, ya común en ciertas naciones, y podría traer ciertas dificultades.

Es por eso que no estoy de acuerdo que el Pdte. Obama nos haya designado un sujeto así. No es correcto. Y si lo hizo fue como forma de burlarse de los dominicanos que se encuentran aquí y allá, en territorio gringo. Cierto, una gran parte de nuestra  ciudadanía anhela buscar el sueño norteamericano. Incluso políticos ladrones tienen villas en Miami y mucho dinero, tal vez por si acontece algo que no lles convenga, cual ya ha acontecido en muchos países latinoamericanos y está sucediendo con venezolanos y otros. Es algo muy conocido. 

La política se encuentra girando de manera constante. Y lo que hoy sube mañana podría bajar. Eso se ha visto en el transcurso de la historia. Y por eso siempre hemos tenido (claro, los que pueden) el famoso pasaporte yanqui. 

Y también pienso que todo cuanto escribo aquí es pura basura, ya que nadie, esencialmente las autoridades como el Pdte Medina, el Senado y los Diputados, la Iglesia Católica y los protestantes --que tanto dinero reciben de yanquilandia-- harán nada para que ese Embajador no sea recibido aquí. Es que no poseemos dignidad. Todo eso se fue con las intervenciones de aquel país del norte, que el de los drogadictos realizó en par de ocasiones. Además, dependemos de ellos en todas las circunstancias. Incluso en el gobierno de Rafael H. Mejía les mandamos un batallón de soldados que la mayoría se quedó por allá, mandándoles un cargamento de plátanos verdes que llegaron podridos. Vaya bajeza grande. Pero todo eso le sirve a Mejía de garantía por el asunto de Quirino y nada le hacen, pues los norteamericanos protegen a quienes les sirven hasta que... 

Este es un país que nació sin cabeza y sin memoria. Somos unos oportunistas. Es por eso que nadie del gobierno dirá nada del embajador gay y mucho menos los vividores religiosos 

¡Pobre país sin ilusiones ni esperanza!      


0 comentarios