¡AY OBAMA, TU SOLO ENGAÑAS A LOS PENDEJOS!

 

Por Bernot Berry Martínez  (bloguero)

 

Cuando vi a Obama cantando en la Iglesia Metodista en el entierro del Ministro de la misma, asesinado junto a otros ocho por un joven blanco endrogado hasta el alma, un enfermo mental influido por el país más corrupto del mundo, los Estados Unidos, nación con triple moral, uno tiene que concluir que dicha nación se halla muy enferma, tal vez hasta el tuétano.

Y lo grande es que dicho país quiere influir en los demás, decirles lo que está malo y hay que arreglarlo o les ponemos sanciones. Pero, ¿estamos locos Obama? ¿Por qué no te curas primero para luego tratar de ayudar a los demás?    

Pues bien, ese Obama, con su voz afeminada, simulador en extremo, entonó una canción religiosa, y los asistentes, fanáticos del que los Sabios inventaron el cristianismo, un tal Jesús, se llenaron de emociones y lo acompañaron en ese canto.

Sin embargo, Obama, no la cantaste por los soldados asesinados por el siquiatra negro con ametralladora en una gran base militar, como tampoco por el negro francotirador que salía de noche a cazar blancos, y muchas cosas más parecidas que han acontecido en esa enferma nación.

El FBI o la CIA, esto se afirma, crearon un montaje con el joven ondeando una bandera confederada y pisando la de las barras y las estrellas. Esto con el fin de quitar la Bandera Confederada de ciertos edificios públicos sureños que honran la muerte de miles de jóvenes en la Guerra Civil Norteamericana, contienda que nunca debió suceder pues el Sur era poco poblado y sin industrias, lo contrario al Norte yanqui. Y aunque el Sur le ocasionó más bajas a su enemigo, ganando más batallas, perdió la guerra después de varios años (1861-1865).

Abrahan Lincoln fue del Partido Republicano, y les dio la libertad a los negros sureños. Fue un gran Presidente, uno de los mejores que ha tenido la nación norteamericana.

Al finalizar la contienda los generales y coroneles norteños les robaron a los latifundistas sureños sus tierras y los fusilaron delante de su familia. Los soldados violaron mujeres y hurtaron cuanto hallaron de valor. Es una ofrenda que el Sur jamás perdonará. Pero así es el yanqui. De igual forma hicieron en Alemania.

Empero, retornando a Obama, le pregunto: ¿por cuál razón él no ha cantado la susodicha canción religiosa por los miles de muertos que ordenó eliminar en Irak, Afganistán, Libia, Paquistán y por todo Oriente Medio, en Africa, y sigue, eh?

¡Ese silencio te juzgará, sinvergüenza!