¿NOS DOMINAN LOS ALIENIGENAS?

 

Por Bernot Berry Martínez (bloguero)

La gran realidad es que muchos investigadores piensan que los alienígenas nos tienen dominados, hacen con nosotros cuanto desean, y esto desde hace siglos. ¿Por qué? Porque somos parte de ellos, nos crearon para hacernos su entretención.

Regularmente se hacen pasar por poderosos ‘dioses’. Enseñan dogmas a sus súbditos para que los adoren. Les encanta ser amados, incluso que peleemos unos contra otros, nación contra nación, pues les gusta ver mucha sangre correr como agua de arroyo. El llamado Jehová de los Ejércitos es el principal de ellos. Él formó tres religiones principales: Judaísmo, Musulmana y Cristiana, y sus seguidores siempre están en guerra unos contra otros. Son insaciables amantes de la sangre.

La mayoría de tales ‘dioses’ son sanguinarios. Y nosotros nos matamos por ellos porque llevamos su ADN en nuestra sangre.

Muchos antiguos gobernantes –y hasta del presente—afirmaron que eran dioses, hijos de un fulano que vino de las estrellas y que retornó a su hogar, dejando su promesa que luego los conduciría allá. Eso ha sido el ir y venir a través del tiempo. Se pierde en su curvatura.

Cierto, prometía a sus seguidores que irían donde su progenitor (siempre en el cielo) para vivir en mansiones celestiales llena de riquezas y abundancia de alimentos y purísima agua bendita.

Todo esto ha sido una repetición de la historia hasta ahora, pues ha continuado desde hace miles de años.

Nada es distinto al ayer.

El humano de hoy es muy semejante al de antes, a veces hasta más sanguinario. Y tal vez lo que veremos pronto será una catástrofe muchísimo peor que las anteriores. Es que “no hay nada nuevo debajo del sol”, cual dice el Eclesiastés, para mí el mejor libro de la Biblia.

Así que no nos asombremos de que el emperador Hirohito de Japón, un enorme asesino, aseguraba que era un dios cuyo padre vivía en el Sol, pues todo eso es una repetición de siglos anteriores. Tampoco nos sorprendamos de un tal Jesús de Galilea, quien supuestamente murió en la cruz por hacerse llamar “hijo de dios”, no pudiendo demostrar su poder cuando pudo hacerlo, lamentándose porque su padre dizque lo había abandonado. Parece que sufría de esquizofrenia.

Ahora bien, no importa lo que pensemos, los dogmas que seguimos o no, nos hallamos controlados por esos alienígenas y jamás escaparemos de sus designios.

¡El tiempo se está acabando y nada podemos hacer que seguir su dirección!