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Bernot Berry Martinez (Turenne)

EL TEMIBLE TIBURON 'BOLITO'

 

Por: Bernot Berry Martínez    (bloguero)

 

     Empezando la década del 1950 comenzó a merodear por el Puerto Macorisano y más adentro del Río Higuamo (Macorix), llegando incluso hasta el Ingenio Colón (‘Guano’), un solitario y poderoso animal marino que rápidamente se hizo famoso entre la población, principalmente en los temerosos jóvenes bañistas. Como yo era un muchacho aventurero y travieso, recuerdo que la gente lo mencionaba con relativa frecuencia.

     En un bello atardecer en el cual me encontraba recorriendo nuestro otrora pujante muelle marítimo, escuché vocear a un sudoroso estibador desde la cubierta de un barco mientras señalaba hacia el río: “¡Hey, miren, miren, allí va el Bolito, allí va el Bolito!”. Y todos los obreros portuarios, tanto los que se hallaban en el mercante como en los vagones y en las lanchas, dejaron de laborar con los sacos de azúcar y presurosos, algunos empujándose, se fueron a contemplar hacia el lugar donde continuaba su compañero indicando con impactante solemnidad de estatua. Yo imité a los ‘muelleros’ en tanto percibía que un gran silencio fue envolviendo todo el ambiente a consecuencia de que lo anunciado se propagó rápidamente. 

    Todos observamos un enorme alerón negruzco con dirección río arriba. Lo vimos hundirse en las aguas cuando se aproximaba al flotante dique gris que en ese entonces estaba más o menos delante del muro de contención y el almacén de los Armanteros. Después volvieron los portuarios a trabajar, alejándose prontamente la quietud cuando el estibador gritó sobre la aparición del ‘Bolito’, denominado así porque había perdido una parte de su cola por un disparo de fusil hecho desde un navío militar o por otra versión de que fue a consecuencia de un machetazo propinado por un pescador defendiendo su nasa del depredador.

    Referente a este escualo, rodeado de versiones muy extrañas, se concluye que la gente imagina muchas cosas, logrando a veces caer en fabulosas leyendas. Por ejemplo, algunos antiguos pescadores aseguran que el ‘Bolito’ nació debajo del puerto de Macorís y por eso se quedó por el contorno. En cambio, otros consideran que llegó de muy lejos, ya viejo, acostumbrándose a las tranquilas y cálidas aguas de la hermosa desembocadura del río, viviendo entre los restos del zozobrado navío “Restauración”.

    Cuando uno investiga con pescadores, obreros portuarios, tripulantes de la siempre recordada flota de Melazas Dominicanas, personas que conocieron de cerca al ‘Bolito’, todos concluyen en que fue un peligroso tiburón que atemorizó a los moradores de ambas riberas del Río Macorís-Higuamo, hasta un poco más allá del Ingenio Colón. Varios expresaron que todas las tardes, a eso de las cinco, el escualo subía río arriba, viéndosele el terrible espolón que tanto espanto causaba. Lo hacía con la finalidad de devorar esos desperdicios lanzados al río desde un matadero que había próximo al poblado del ‘Guano’. Dicen que el animal tenía unos doce pies, ancho, tirando a pardo, engullendo cualquier cosa, principalmente animales muertos, y que fue atrapado en La Romana, encontrándose en su vientre: latas, piedras, cabezas de gatos y perros, como también un brazo humano. 

    No obstante, hay quienes expresan que el ‘Bolito’ nunca fue destripado, falleciendo viejísimo, hallándose su putrefacto cuerpo por la cercanía de “Playa Marota”. Otros aseguran que el ‘Bolito’ se fue y jamás nadie supo hacia dónde. 

    El fallecido periodista-historiador Miguel Alfonzo Mendoza, persona muy conocedora sobre asuntos macorisanos,   consideraba  que  el ‘Bolito’ era una mansa tonina grande, de más de tres metros, la cual apareció por la ría con el propósito de pasar sus últimos días en las sosegadas aguas de nuestro puerto, y que debido a la ignorancia de la gente en el conocimiento entre tonina y tiburón la confundían  con un terrible depredador  por  su  enorme  alerón dorsal, espantándola con pedradas, a palos, disparos de armas de fuego, etcétera.    

    Sin embargo, ¿cuál será la verdad? ¿Era el ‘Bolito’ un bravo escualo o una inofensiva tonina con lentos movimientos a consecuencia de su ancianidad, un mamífero que llegó por estos lugares buscando la tranquilidad que nunca pudo encontrar, desapareciendo por siempre en el misterio? Tal vez jamás podamos saberlo. Y no obstante, quizás ambas partes tengan razón y en aquel espacio tiempo existieron dos animales muy parecidos: el tiburón y la tonina (¿?).       

    Lo cierto fue que el ‘Bolito’ existió. Estuvo un tiempo de su vida con nosotros. Yo fui testigo de sus andanzas. Fui de ésos que salieron con rapidez del mar cuando alguien chillaba: “¡Allá viene el ‘Bolito’!”. Ahora bien, no puedo asegurar que era una tonina o tiburón debido a mi juventud, a mi inexperiencia con respecto a tales animales. Si fuera ahora sería otra cosa, pues de inmediato sabría lo que es. Empero, si me pusieran a elegir si el ‘Bolito’ era tonina o tiburón, yo escogería que fue un terrible escualo, depredador inmenso por su naturaleza innata, causante de grandes zozobras entre los padres de los muchachos que nadábamos en el río y en la mar. 

 

NOTA: Este trabajo pertenece a mi libro ’Anécdotas Macorisanas’ 

 

 


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