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Bernot Berry Martinez (Turenne)

AL PRESIDENTE DE FRANCIA, NICOLAS SARCOZY

                                     

Por: Bernot Berry Martínez        (bloguero)

 

   El que subscribe, ciudadano francés con su certificado de nacionalidad de esa gran nación, con respeto le hace esta petición pública con la esperanza de que pudiera ser --¿por qué no, si todo es posible?—esperanzado que llegue a sus manos en poco tiempo, días, semanas, meses, años. También reconozco  que tal vez nunca le llegue.

    Monsieur President, soy una persona mayor que usted. Pertenecemos a clases sociales muy distintas. Usted jamás ha pasado cuanto yo he vivido y conocido. He transitado por muchas cosas, demasiadas para contarlas en este pequeño trabajo. Por tanto, me siento capacitado, asimismo en mi derecho, de ofrecerle nuestra opinión sobre variados asuntos, esencialmente acerca de la política internacional, ya que pronto hará una visita oficial a los Estados Unidos de América y se reunirá con numerosas personalidades de esa potencia imperial, principalmente con el Presidente Obama, un hombre astuto cual serpiente, quien con su sonrisa falsa practicada delante de un espejo, es capaz de engatusar a cualquier experimentado gobernante.  

    Ciudadano Presidente, Norteamérica es un país tramposo, de truhanes. Seguramente usted lo sabe bien. Por eso aguardo que no caiga entre las redes que ellos poseen para atrapar a pejes grandes. Si cae entre las mismas, sería peligroso para Francia. Los yanquis sólo piensan en guerras con la finalidad de hurtarles sus recursos naturales a los débiles países en los cuales ponen sus botas. Claro, en bandejas de plata le ofrecerán diversas peticiones, máxime de exigirle miles de soldados para sus guerras inacabables, infernales, destructivas de cuantiosos humanos. Es un país belicoso. Lleva en su vientre la matanza de millones de inocentes. Hasta la Alemania nazi le queda pequeña.   

    Francia ha participado en demasiadas contiendas por un nacionalismo que ahora nos parece absurdo. Ya son otros tiempos. Es increíble la cantidad de jóvenes franceses que murieron en esas guerras inútiles, las cuales sólo sirvieron para enriquecer a los potentados. Le recuerdo que el inmenso escritor Julio Verne manifestó: “Pobres soldados, creen que pelean por su patria, no saben que lo hacen por los grandes empresarios”.

    Cierto es, el gobernante debe proteger a su pueblo. Usted no debe colaborar con los yanquis en tales invasiones que tienen ya planeadas, aunque en otras cosas no bélicas sería excelente. El pueblo norteamericano es bueno, trabajador,  igual que la mayoría de los del mundo. Los peligrosos son los millonarios (sionistas la mayor parte), quienes anhelan dominar el planeta con un supuesto Gobierno Invisible, integrantes de “Los Iluminatis”. No pienso que usted pertenezca a esa temible organización secreta, aunque es sumamente rico. Le pido que busque la paz con todas las naciones. La vida es una, hermosa, y usted tiene en sus manos la forma de ayudar a tantos millones de desafortunados. No se deje embaucar por los yanquis. No hay nada mejor que la paz para la bella y cultural nación francesa, siempre y cuando no sea atacada por fuerzas hostiles. Los jóvenes franceses tienen el derecho de disfrutar de su juventud, jamás de matar y morir por una causa que no les beneficia, no les pertenece. Sea prudente, Presidente Sarkozy, medite en los jóvenes, ellos son el futuro del país. No existe algo más precioso que convivir en paz, cuidar a este planeta,  de socorrer a nuestros semejantes. Haga que los Estados Unidos de América se comprometan a dejar de enfermar a este mundo que heredamos de seres salidos de la mar. Ellos son los primeros en el consumo de narcóticos, también son el principal productor de mariguana, la cual quieren legalizar en California.  

    Norteamérica posee una población mucho mayor de 300 millones de habitantes. Es el país tercero más poblado del mundo, después de China y la India. Por tanto, tiene suficientes hombres y mujeres para hacer guerras contra varias naciones al mismo tiempo. Los norteamericanos se consideran el Nuevo Orden Mundial, substituto del Imperio Romano, igualmente del denominado Tercer Reich alemán. No obstante, cuanto sucede es que les gusta meter a otros en sus problemas, buscar acompañantes como sea, metiendo miedo, chantajeando. Pero “como todo tiene su tiempo bajo el sol” (lo dice Eclesiastés, libro de la Biblia), lo de Francia ya pasó, cual igual le acontecerá a Norteamérica pues todo es cuestión del paso de los años.

    Ciudadano Presidente Sarkozy, no se deje estafar. Piense en la juventud de nuestro país, nación que amo a pesar de la distancia, ya que mi padre fue un excelente colaborador de La Resistencia Francesa del gran militar y estadista, Charles de Gaulle. Mi progenitor hacía que sus hijos le rindieran honores, las manitas en el corazón, cuando él subía el estandarte tricolor con la Cruz de Lorena encima del asta de nuestra vivienda, en un pueblo lleno de fascistas.    

           

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